La cita de los viernes: integrantes de una iglesia evangélica ofrecen una merienda a trabajadoras sexuales
Son un grupo de mujeres que integran la comunidad cristiana La Alameda y hace más de un año comparten unos minutos con las chicas que ejercen la prostitución en las calles de la Ciudad de Mendoza.
Miercoles, 16 de Agosto de 2023
*Por Melisa Stopansky
Especial Aniversario ADN País
De mujer a mujer. Así es el encuentro que se produce los viernes, entre un grupo de ocho integrantes de la iglesia evangélica La Alameda y chicas que ejercen la prostitución en un punto de la Ciudad de Mendoza.
Sólo tienen a disposición unos pocos minutos, en donde estas voluntarias les ofrecen café caliente en invierno o una bebida fresca cuando hay altas temperaturas. Sobre todo, este equipo llega en los momentos más especiales con una merienda. En el Día del Amigo, la Navidad o el Año Nuevo, "con la intención de demostrarles que son muy importantes y valiosas para nosotros", sostiene el pastor Abel y representante de la fundación Alameda con casi cien años de historia en Mendoza. Y recalcó: "Nosotros creemos que de ninguna manera es un trabajo, están expuestas a una situación de violencia".
Un kit con el saquito de café, con un alfajor o un sandwich es la excusa para abordar una problemática social urgente, como es la situación de vulnerabilidad de estas personas, con emergencias personales, muchas con varios hijos, con niños discapacitados y con necesidades de todo tipo en tiempos tan duros como transita la Argentina.
"Esta iniciativa que están llevando adelante estas mujeres es uno de los proyectos de amor en acción de nuestra iglesia. Nosotros somos conscientes de que esto es una gota de agua dulce en medio de un océano. Nos encantaría poder hacer mucho más. Y poder hacer un aporte estructural para poder sacar a esas mujeres de esta situación", indicó el pastor.
Y agregó: "El punto de partida de esta intervención y este pequeño gesto fue advertir que la institución estaba cerca de esta realidad y que los hombres que se acercaban buscaban y reducían a estas mujeres en el rol de objetos. Este grupo de la iglesia pensó si los varones se acercan para obtener algo de ellas, nosotros pensamos en lo opuesto, darles. Primero el amor de Dios, el abrazo de una comunidad que quiere hacerles saber que son dignas, que son valiosas para nosotros y entregarles una merienda".
Desde el equipo que sale a terreno a compartir con las mujeres que están inmersas en la prostitución, Patricia comentó cómo es la experiencia y cómo se preparan antes del contacto con las chicas que están en la calle ofreciendo su cuerpo.
"Es una experiencia que nos llena el corazón. Cada viernes nos esperan y si bien no hay tiempo para nada porque en cualquier momento se tienen que ir, se da un abrazo o la posibilidad de ayudarles con un calzado o escucharlas tan sólo. Muchas nos dicen que están buscando un trabajo o que están allí por los hijos", dice Patricia con un brillo especial en la mirada cuando habla del tema.
"Ellas nos bendicen y nos esperan, tan sólo para eso, para que nos acerquemos con la merienda. El contacto es muy rápido pero con un contenido humano, de amor y de respeto muy grande", asegura.
Las voluntarias se reúnen algunas horas antes para orar y prepararse para esos instantes de una cita de mujer a mujer, de hermandad y sin prejuicios.
El objetivo a largo plazo, señaló el pastor Abel, es coordinar con otras entidades como la Municipalidad de la Ciudad en alternativas y otras estrategias de subsistencia.